por Vivian Bullinger | 29.04.2019
Cualquiera que posea un sistema fotovoltaico y lo tenga monitorizado por un dispositivo profesional de monitorización fotovoltaica o un sistema de gestión de la energía también quiere estar al día mientras se desplaza. Las aplicaciones de los llamados sistemas de gestión de la energía fotovoltaica ofrecen numerosas funciones para este fin. En este artículo, le mostraremos cuáles son los más importantes y qué debe tener en cuenta en términos de seguridad de los datos.
Toda aplicación utilizada para controlar el rendimiento de un sistema fotovoltaico debería ofrecer estos cuatro puntos esenciales:
Con esta función de la aplicación, primero debe saber cuáles son los datos relevantes del sistema fotovoltaico y cómo puede utilizarlos.
Los valores más importantes de un sistema fotovoltaico son
Estos valores los determina el sistema de gestión de la energía. Para ello, primero hay que instalarlo y configurarlo adecuadamente. Una vez instalado el registrador de datos y configurado el software, se obtienen los valores de producción, alimentación, autoconsumo y consumo de red. Por supuesto, la alimentación, el autoconsumo y el consumo de la red sólo se producen cuando estos procesos tienen lugar. Es decir, cuando el sistema alimenta la electricidad fotovoltaica, cuando la electricidad fotovoltaica se consume directamente in situ y/o cuando la electricidad se extrae de la red pública.
Por qué se hace toda esta recopilación de datos? La razón principal suele ser el dinero, porque quien opera un sistema fotovoltaico no suele hacerlo por diversión. Una planta es un objeto de inversión que tiene que rendir.
Por tanto, el valor más importante es la productividad. El valor de producción nos indica si la instalación fotovoltaica produce realmente la energía solar prevista. Lo que se produce debe transformarse o convertirse en valor añadido. Una opción es inyectar la electricidad fotovoltaica en la red. Esta no se consume directamente, sino que se alimenta a la red pública. La electricidad inyectada en la red se paga entonces. Si prefiere consumir la electricidad usted mismo, puede ver en el valor del autoconsumo la cuota que le corresponde. Por último, pero no por ello menos importante, está la cantidad de electricidad comprada a la red, es decir, cuánta electricidad ha tenido que comprar además.
Estos cuatro valores se resumen en el llamado balance energético de la aplicación. Proporcionan al operador del sistema información sobre su presupuesto energético en cualquier momento.
Cualquiera que supervise su sistema fotovoltaico con un sistema de gestión de la energía quiere, naturalmente, saber en primer lugar qué está produciendo el sistema fotovoltaico y si está funcionando sin problemas. Si hay algún fallo o avería, el sistema de vigilancia lo comunica inmediatamente. La clara ventaja de una app es que, en caso de avería, el mensaje correspondiente se envía directamente al dispositivo móvil. Además del mensaje, también se ve mucha información sobre la posible causa en su aplicación. Con esta información, podrá llevar a cabo o iniciar medidas para remediar la avería más rápidamente.
Ahora hemos destacado brevemente los aspectos básicos que toda buena aplicación en el ámbito de la gestión de la energía fotovoltaica debe cumplir. Ahora pasemos al estilo libre, a la representación y preparación de los datos. Para ello, la aplicación muestra claramente la producción, la alimentación, el autoconsumo y la conexión a la red. Si lo desea, los valores están disponibles en forma de tabla. Los datos diarios e históricos del sistema, así como los componentes conectados (por ejemplo, la resistencia), se muestran en varios controles deslizantes.
Por ejemplo, el flujo de energía muestra los componentes individuales. Aquí puedes ver de un vistazo qué cantidad de electricidad autoproducida está fluyendo actualmente y dónde.
La línea de objetivo en el gráfico de balance muestra la cantidad de electricidad prevista anualmente que la instalación fotovoltaica debe producir en cada uno de los meses.
Con el gesto de deslizar el dedo puedes cambiar fácilmente entre las dimensiones temporales. Por ejemplo, deslice el dedo de arriba a abajo para pasar del mes al año.
La seguridad de los datos, además de la funcionalidad de una aplicación, es siempre una cuestión clave. Sobre todo porque los ataques de los ciberdelincuentes a las infraestructuras energéticas suponen un gran riesgo para economías enteras de todo el mundo. Las consecuencias de un apagón prolongado serían devastadoras para la sociedad, como describe vívidamente Marc Elsberg en su bestseller "Blackout". Para evitar este tipo de situaciones, la comunicación entre el sistema de gestión de la energía, la aplicación y la nube debe ser segura. Los ciberdelincuentes no deben poder acceder al sistema para manipular la regulación de la alimentación de la red eléctrica alemana en un día soleado.